Hoy iniciamos con la etapa de aplicar los conceptos de inteligencia emocional para poder saber enfrentar nuestras emociones; aquellas que a veces nos traicionan, los sentimientos que se acrecientan y que nos hacen tomar decisiones que poco después lamentamos.
¡Empezamos!
Primero conozcamos bien quiénes somos, es primordial conocernos a nosotros mismos y saber cómo funciona nuestro cuerpo y qué reacciones tiene, pues al decidir un cambio de actitud y de conducta; también se realizan cambios físicos y mentales. De igual manera ten claro que enfrentar las emociones, y saber manejarlas, no es difícil, sólo un poco complicado en decidir hacerlo.
En situaciones donde nos sentimos presionados por algunas actitudes ajenas, nos provoca que las emociones empiecen a abarcar todo nuestro cuerpo, nos tensamos, empiezan los pensamientos negativos, miradas frías, y sobre todo, empezamos a afectar a nuestro cuerpo. No sólo las emociones negativas se tienen que controlar; también aquellas buenas que por su espontaneidad nos hacen tomar decisiones por instinto.
Bien ahora nos encerraremos a hablar tu y yo; así que si sientes coraje, angustia, tristeza, agobio, irá, estres, ansiedad, temor, demasiado alegre o eufórico, te hablare de ocho pasos para tranquilizarte y enfrentarte a la emoción.
1.- Admite que estas enojado, triste, furioso, con ganas de llorar, etc. Primero aceptemos que no estamos bien, ni neguemos nuestras emociones. Luego podemos pasar a identificar cómo esos pensamientos nos están generando cierto tipo de emociones, así como qué manejo están promoviendo que les demos. Si tenemos la creencia arraigada de que llorar es malo, posiblemente reprimamos el llanto, mas la emoción seguirá ahí en nuestro interior generando incomodidad de alguna manera. Si optamos por pensar que llorar es sano, sabremos encontrar desahogo y por lo tanto bienestar. No se trata de negar el pensamiento, sino de aprenderlo a usar, de ponerlo en su lugar y potenciar sus posibilidades
2.-Tómate tu tiempo para salirte de la situación que te mantiene alterado para calmarte y no actuar por impulso. Recuerda contar hasta diez antes de actuar, si no logras hacerlo cuenta hasta doscientos; para relajarte te aconsejo el siguiente ejercicio:
Ve a un lugar donde puedas estar sola durante unos tres minutos.
Con tu mano derecha forma el puño y aprieta fuerte, cuenta hasta diez, respirando hondo y exhalando.
Después forma el puño con la mano izquierda y de igual manera cuenta hasta diez respirando hondo y exhalando.
Continuamos con los pies, intenta forma un puño con el derecho e izquierdo, diez momentos cada uno.
Finamente las cuatro extremidades a la vez, acompañadas por la boca, apriétala; durante diez inhalaciones. Ahora solo deja que el esfuerzo hecho llegue al cerebro como una situación de lucha y éste libere dopamina y así relajarte.
3.- Retírate de las personas con las que hayas generado esa emoción, hasta que ésta disminuya un poco, de esta forma evitas conflictos innecesario, no creas que por callar estás perdiendo o ganando; sólo le estas dando tiempo a tu cuerpo para que se libere de la emoción.
4.- Cuando te hayas relajado, expresa tus emociones de forma tranquila. A veces estás hablando no logran solucionar la situación, así que puedas hacerlo escribiendo que sientes, que tan mal te han hecho sentir, si tienes coraje escribe ese coraje, libera todo lo que sientas en una hoja, poco después hazla bolita y aviéntala al bote de la basura ¿por qué? ¡La basura emocional no nos ayuda al tenerla a nuestro lado!
6.- Antes de decir algo, piénsalo las veces que consideres necesarias. Cuando estás bajo una difícil situación puede decir cosas fuera de lugar. Recuerda que cada persona es dueño de su silencio, y esclavo de sus palabras, recordando a Sigmun Freud.
7.En lugar de enfocarte en el problema, piensa en las soluciones que le puedes dar. Ya se creo que una situación donde las emociones flotan, pero debemos dejar esa situación pasada, pues como dice ya paso, es historia, no hay vuelta, no hay cambio, sólo en tus acciones futuras puedes ver la disminución de esas sensaciones.
8.- Usa el humor para relajar las tensiones, pero evita el sarcasmo que en muchas ocasiones puede resultar hiriente. Que mejor que sentirnos mas cómodo viendo, escuchando algo que nos agrada ¿no crees? Lista, ya estas más tranquila, ahora podemos salir de la intimidad de nuestra platica.
Esos ocho pasos pequeños pero muy eficaces nos ayudan a tranquilizarnos, y enfrentar las emociones. Ahora, este consejo va para todas y todos los que queremos un cambio alegre y positivo en la vida.
OMETEOTL
